En un comunicado enviado el domingo a la AFP, la NSA desmintió estas acusaciones. “El general Alexander (que dirige la NSA) no habló con el presidente Obama de un supuesto operativo de inteligencia que involucrara a la canciller Merkel (…) Las versiones de prensa que aseguran lo contrario no son ciertas”, declaró Vanee Vine, un portavoz de la agencia.
Fuentes oficiales citadas por varios medios de comunicación afirman que la Administración norteamericana se había abstenido hasta ahora de comentar sobre la actividad de los servicios secretos europeos para no entorpecer la cooperación, lo que hace pensar que si ahora ha decidido hacerlo ha sido con el propósito de contrarrestar el daño de imagen sufrido por el espionaje estadounidense y tratar de poner fin a esta crisis.
“Vamos a seguir trabajando en estrecha colaboracin con Espaa en una gran variedad de temas para proteger la seguridad colectiva de nuestros dos pases y de los ciudadanos estadounidenses y espaoles”, seala Costos en el comunicado.
La embajada tambin ha emitido despus una nota en la que subraya la importancia de la “comunicacin abierta” entre aliados y avanza que continuar las consultas bilaterales en curso “sobre la recopilacin de informacin de las agencias gubernamentales de Estados Unidos”.
Tras las nuevas declaraciones, el ejecutivo endureció el discurso. Desde Polonia, donde realiza una visita oficial, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo, advirtió en declaraciones a la prensa española que de confirmarse este asunto “podría suponer una ruptura del clima de confianza que tradicionalmente ha presidido las relaciones entre los dos países”.
“Nuestra confianza se ha visto sacudida”, dijo el alemán Elmar Brok, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, añadiendo que “no es aceptable que, por ejemplo, la canciller Merkel y otros hayan sido espiados durante más de 10 años”.