“La gran crisis de 1914-1945 con la destrucción de capital por la inflación, las dos guerras mundiales y la Gran Depresión, sumado a cambios institucionales, como la creación del Estado de Bienestar, revirtieron un poco el proceso de creciente desigualdad que veíamos desde la revolución industrial”, señaló a The New York Times.
Esta organización la componen Marcha Patriótica, MIA (Mesa de Interlocución Agraria), Congreso de los Pueblos, ONIC, Anafro, Ascancat, PCN (Proceso de Comunidades Negras), CIMA (Comité de Asociación del Macizo) y algunas organizaciones sindicales.
El semanario The Economist sintetizó en su última edición las críticas.
El libro tiene unas 650 páginas, fue publicado en inglés el 10 de marzo, trepó al puesto número uno de la lista de best sellers de Amazon en Estados Unidos en abril y su impacto ha sido comparado con el que tuvo Adam Smith en el siglo XVIII, Karl Marx en el XIX y John Maynard Keynes en el XX.
Esta tesis choca de frente con la premisa de la economía neoclásica (basada en Adam Smith y David Ricardo) que considera que la distribución de la riqueza es un tema secundario del crecimiento y que en “economías maduras” (desarrolladas) la desigualdad se reduce naturalmente.
La economía colombiana estaría dando señales de ir por el camino indicado, para lograr la meta anual, de 4,7 por ciento, proyectada por el Gobierno. El Banco de la República estima que el resultado de la producción total del país en el primer trimestre del año, habría repuntado en 4,8 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.