La medida fue impulsada por España y había recibido el voto favorable del parlamento europeo en octubre. El presidente español Mariano Rajoy recordó que Colombia y Perú eran los únicos países con sendos tratados comerciales suscritos con la Unión Europea, a los que se exigía visas de entrada. “Es un reconocimiento hacia un millón de personas de Colombia y Perú perfectamente integradas en nuestra sociedad y que han contribuido al desarrollo de nuestro país”, dijo Rajoy en Bruselas tras comunicar la decisión en rueda de prensa.
En la misma línea se ha pronunciado el primer ministro finlandés, Jyrki Tapani Katainen, quien ha descartado que las negociaciones para la asociación de Ucrania sean “una cuestión de dinero”. “No podemos comprar ningún país para la UE, cada país debe ser responsable de su economía”, ha subrayado Katainen.
Ashton ha asegurado que la situación no debería tener un impacto negativo en la relación UE-Rusia, aunque ha señalado que es necesario estudiar “seriamente” cómo toman decisiones terceros países, en alusión a las supuestas presiones rusas sobre Ucrania.
Ello no impidió que este viernes Standars and Poors decidiese rebajar la nota de la UE a Doble A positiva debido “al declive de la credibilidad global en materia de crédito” de los países que la integran.
También el ministro holandés, Frans Timmermans, ha defendido la conveniencia de mantener los contactos con Ucrania para tratar de resolver la situación, a pesar de que el domingo la Comisión Europea (CE) anunció la suspensión de esas conversaciones mientras no haya un compromiso claro del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich.
El responsable ruso ha subrayado que debe permitirse a Kiev elegir “libremente cómo quiere desarrollar su país”. La reunión entre Lavrov y los ministros de Exteriores europeos se produjo después de que varios responsables comunitarios acusasen directamente a Rusia de presionar a Ucrania para que renunciase a firmar un Acuerdo de Asociación y libre comercio con el bloque.
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