Actualmente la zona está acordonada por la Policía ya que ayer saltaron los enfrentamiento entre la Comunidad tártara, partidaria de Europa y la comunidad rusa. Estos enfrentamientos, ya han dejado más de 30 heridos de diferentes grados de gravedad, según RT.
El apoyo de Putin al expresidente ucraniano, Viktor Yanukovich, y el más que probable despliegue de tropas rusas en Crimea -algo que Estados Unidos da por hecho, según han informado fuentes oficiales al ‘Washington Post’, y que el nuevo Gobierno de Kiev cifra en 6000 soldados- es la gota que ha colmado el vaso. Obama cree que estas actuaciones suponen una vulneración de la “ley internacional”, ya que Moscú se comprometió hace dos décadas no solo a reconocer la independencia y soberanía de Ucrania, sino también a no coaccionar económicamente al país.
Según el Instituto Internacional Sociológico de Kiev, recogido en Rusia Today, un 97% de la población utiliza la lengua rusa. Respecto a la población, v el 58% de la población es rusa, un 24% de ucranianos y un 12% de tártaros. Tres cuartas partes de los ciudadanos consideran el ruso como su lengua materna y únicamente una décima parte utiliza el ucraniano como primera lengua.
La liberación de Yulia Timoshenko y los acontecimientos de las últimas horas han sido bien recibidos por la UE y EEUU, que piden calma ante la amenaza de una división territorial.
¿Camina el planeta hacia una reedición de la Guerra Fría? El progresivo enfrentamiento diplomático entre Estados Unidos y Rusia, cuya relación pasa por su peor momento desde la caída de la URSS, ha puesto sobre la mesa de las relaciones internacionales esta cuestión, aunque todavía sea aventurado tratar de equiparar ambos escenarios.
Esta crisis parece superar ya en gravedad a las otras dos que en los últimos meses enfrentaron a Rusia y Estados Unidos: el amparo concedido por Putin a Edward Snowden y las discrepancias en torno a Siria. La primera causó la anulación, por parte de la Casa Blanca, de una cumbre bilateral entre ambas potencias el año pasado, tras el asilo dado por Moscú al exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Snowden causó un gran revuelo internacional y graves problemas diplomáticos a la Administración Obama al desvelar el espionaje realizado por la agencia a civiles y países aliados, hecho que suponía delinquir por revelación de secretos. El exespía huyó y Putin le ofreció asilo, lo cual indignó a la Casa Blanca y acabó con la citada cancelación de la reunión bilateral.