El segundo factor que alienta el celibato es el miedo al embarazo. Un estudio realizado en 2009 por el sitio web dekikon.com determinó que casi la mitad de las parejas que se casaron por causa de un embarazo se habían separado en cinco años.
Kana Toba, estudiante de una universidad privada, dijo que está viendo a dos hombres al mismo tiempo, pero ninguno de ellos la ha besado. “No es que no lo han intentado, pero son tan torpes, tratando de hacerlo de repente. Y luego, si los dejo, son propensos a sentir decepción y me dicen: Realmente no hay razón para seguir viéndonos, ¿verdad?”.
Ellos, según la BBC, apuestan por las relaciones intermitentes, la pornografía online y los romances en mundos virtuales. Las ciudades, sin embargo, se van adaptando a las necesidades de esta población cada vez más numerosa. Los supermercados ofrecen raciones alimenticias personales y se han popularizado los hoteles cápsulas, una alternativa de alojamiento individual.
Aoyama explica que muchos de los hombres han cambiado sus intereses sexuales por el anime o los juegos. “Ellos simplemente no saben cómo comportarse ante una mujer. Y ellas piensan que el tipo de amor descrita en la ficción romántica es el único que existe. Si ven a un chico la relación tiende a ser más de buenos amigos y rara vez llegan al sexo”.
En 2011, la Asociación Japonesa de Educación Sexual hizo una encuesta sobre hábitos sexuales de las universitarias y sus resultados fueron sorprendentes, el 53,2% de ellas se declaró virgen. Los datos causaron revuelo en Japón. Sobre todo por el incremento en casi 15 puntos del número de vírgenes. Cinco años antes, el porcentaje era de 38,2%, según el diario digital Japan Today.