“Quedamos con media puerta destruida, tratando de contactar a los padres de las otras chicas. Lo que más me preocupaba es que no les pasara nada a las chicas”, agregó Sánchez.
Más tarde comunicó con una foto junto al perro que su estado era de “desnutrición y deshidratación casi irreversible”, pero aseguró que ambos iban a estar bien.
El padre tomó cartas en el asunto y entregó el celular en la Comisaría, donde se labró un acta. Luego llegó la daminificada, reconoció el teléfono móvil y se lo entregaron.
Una vecina del barrio de Palermo denunció a través de las redes sociales el caso de un perro que se encontraba abandonado en el balcón de un edificio y presentaba un grave estado de desnutrición rodeado de sus necesidades fisiológicas.
Los efectivos policiales revisaron las imágenes y encontraron una secuencia en la que se veía a un chico de físico menudo que se agachaba detrás del mostrados, agarraba el celular y se iba.
La policía fue a hablar con el padre, al que le costó creer la historia, pero fue a buscar a su hijo, lo interrogó y éste le confesó que había robado el teléfono.