Los negociadores solucionaron así el financiamiento de 400 millones de euros en apoyo a las víctimas de las inundaciones que en 2013 se registraron en Alemania, Austria y República Checa, así como los incendios en Rumanía. El Parlamento reclamaba dinero fresco, pero finalmente unos 250 millones en créditos provendrán de fondos no utilizados en 2013 y el resto, del presupuesto de 2014.
“Ya no vivimos en un mundo perfecto”, el compromiso hallado es “acorde a lo que (el comisario europeo de Asuntos Económicos) Olli Rehn reclama a los Estados”, comentó el comisario de Presupuesto, Januz Lewandowski, en referencia a la ortodoxia fiscal abogada por su colega.
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El negociador del Parlamento Europeo, el diputado conservador francés Alain Lamassoure, que subrayó el esfuerzo financiero aceptado por la Eurocámara, destacó las prioridad que se le da al “empleo de jóvenes y la competitividad de las PYMES”.
La disputa presupuestaria entre los Estados y el Parlamento Europeo, convertida casi en un ritual de la UE, se zanjó a pesar de la oposición de Gran Bretaña, Suecia, Holanda y Dinamarca, partidarios tradicionales de una gestión rigurosa en Europa y opuestos a extender los gastos en el presupuesto, según una fuente cercana a las negociaciones.
El viceministro lituano de Finanzas, Algimantas Rimkunas, celebró este desenlace, que garantiza “el financiamiento de sectores prioritarios, como el crecimiento, el empleo y la ayuda humanitaria”, que otorga nuevos créditos para venir en ayuda de los refugiados sirios.