Mientras que esta nueva medida cautelar, si no sufre ningún traspiés, lo mantendrá por lo menos hasta que el Consejo de Estado resuelva de fondo la demanda de nulidad que interpuso Petro en ese alto tribunal contra su destitución.
Este, más que un acuerdo para la paz, es una alianza para la reelección. Así lo cree el copresidente de la Alianza Verde Antonio Sanguino, quien rechazó el acuerdo al considerar que Peñalosa ha manifestado que de ser electo continuará con los diálogos y que Santos no es el único que puede alcanzar la paz en el país. Para Sanguino, la búsqueda a la salida negociada al conflicto no es una marca registrada con derechos de exclusividad.
El representante Joaquín Camelo, quien fue uno de los gestores de esta alianza, no duda en que se buscó dar un golpe de opinión en el que la paz es el eje, pero también van a obtener un beneficio electoral; según su concepto, la idea es convertir el acuerdo “en una ruta nacional para la paz”.
Petro estaba en la alcaldía gracias a que un magistrado del Tribunal de Bogotá le concedió hace cerca de un mes otra medida de urgencia con la cual lo restituyó, luego de que había pasado 33 días por fuera del cargo de Alcalde. Sin embargo, esa medida del tribunal era temporal y podría ser tumbada por la Corte Suprema.
El líder separatista pro ruso dijo que grupos de reconocimiento y grupos de sabotaje están listos para desalojar a las tropas ucranianas de la zona y que algunos “ya están en posición”, según reporte de la agencia informativa rusa RIA Novosti. Zdriliuk aseguró que el grupo cuenta con los recursos suficientes para garantizar “que todo sea destruido y quemado,” si las condiciones no se cumplen a tiempo.
Los expertos consideraron que Santos había caído 9 puntos de intención de voto en la capital precisamente por sus movimientos frente a Petro en la crisis de la destitución del alcalde.